En la actualidad, los jóvenes de nuestro país se enfrentan a varios desafíos que son muy difíciles de lidiar. Por un lado, salarios en ocasiones bastante bajos; por otro, precios de la vivienda altísimos (tanto para alquilar como para comprar). Y entre medias, un objetivo: ahorrar.
El poco dinero que se consigue dedicar al ahorro tiene otro enemigo: la inflación. En los últimos años, no paramos de oír que esta inflación ha subido considerablemente, provocando que los ahorros de millones de personas caigan sin que ellos se den cuenta. Es más preocupante, incluso, cuando este ahorro es pequeño (como el que tienen los jóvenes de nuestro país), ya que hace que a lo largo del tiempo se reduzca aún más. Por algo nos solemos referir a la inflación como “el impuesto de los pobres”.
Con esta “triada de dificultades”, ¿qué solución podemos encontrar para que nuestros ahorros, por pequeños que sean, crezcan con el tiempo? La meta no es sólo superar la inflación, sino también que nuestros ahorros pasen de ser bajos a ser, al menos, decentes. Todo esto se puede conseguir de forma muy sencilla: invirtiendo en RENTA VARIABLE.
En este post no vamos a hablar de cualquier renta variable (porque nos daría para un libro) sino que nos centraremos en una sencilla y al alcance cualquier persona, incluso con poco dinero. Se trata de la inversión en fondos indexados.
Un fondo es, al fin y al cabo, un conjunto de empresas en los que una gestora invierte. Esto tiene muchos beneficios, pero, entre los principales, nos encontramos con que no dependemos de una empresa en particular. Estos fondos van cambiando y en ellos van saliendo y entrando empresas constantemente.
Ya tenemos una breve descripción del nombre “fondo” pero… ¿qué es eso de “indexado”? Indexado significa que replica a un índice bursátil. Hay varios, pero los más famosos quizá sean el SP500 (índice de las 500 empresas más potentes afincadas en EEUU) y el MSCI WORLD (similar al SP500, pero esta vez de las empresas afincadas en cualquier lugar del mundo.
Introducido todo esto, vamos a contestar a ciertas preguntas para ver si es algo que nos puede interesar como jóvenes que quieren ahorrar :
– ¿A que nos referíamos con que es una forma sencilla de invertir y que cualquiera puede hacerlo? Con la proliferación de más bancos especializados como “Renta4” o “Myinvestor”, cualquier persona puede abrirse una cuenta e invertir en estos fondos de una forma muy sencilla (¡y desde prácticamente 1 euro!).
– ¿Qué pasa con el dinero que voy metiendo? ¿Puedo sacarlo? El dinero que esté metido en uno de los fondos irá fluctuando según mercado. Tanto la compra como la venta tarda 2 días en producirse y, en caso de necesitar el dinero, sólo tendríamos que esperar ese tiempo. Es decir, sacar el dinero es prácticamente inmediato.
– ¿Cuánto dinero puedo ganar? Esto dependerá de cómo vaya evolucionando el mercado. Evidentemente, no podemos predecir el futuro, pero sí podemos sacar conclusiones del pasado. Fondos como el SP500 llevan más de 100 años funcionando y la media anualizada (la media del rendimiento durante ese tiempo) ha superado el 6% después de inflación. Para que nos hagamos una idea, en los últimos 10 años esa media ha sido del 12,41%.
Pongamos un ejemplo muy sencillo para que nos hagamos una idea: eres un estudiante que consigue, desde los 18 años, invertir 50 euros al mes. Con los datos que tenemos de las últimas décadas, podemos ver el rendimiento que te hubiera dado el fondo a lo largo de los años en la siguiente tabla:
Tiempo | Total Invertido | Total en cartera |
5 años | 3000€ | 3904,2€ |
10 años | 6000€ | 10317€ |
20 años | 12000€ | 35000€ |
30 años | 18000€ | 141000€ |
Datos calculados con un rendimiento del SP500 en esos rangos
Como puedes observar, a más tiempo, mayor es el rendimiento de tu cartera. Esto se debe a la magia del “interés compuesto”, que, de forma muy resumida y sencilla, significa que el rendimiento futuro se va haciendo sobre las rentabilidades que vamos teniendo a lo largo de los años.
– ¿Cuál es la “letra pequeña”? Evidentemente todo esto parece muy bonito, pero claro que hay letra pequeña. La vamos a dividir en tres:
1º. Hay que ser constantes y, este tipo de inversiones, como hemos visto en la tabla, cuando funciona es a largo plazo. Debemos invertir mes a mes sin dejar de hacerlo para ver resultados óptimos.
2º Habrá épocas de caídas, y hay que lidiar con ellas. Actualmente, de hecho, estamos en una época de incertidumbre, donde el fondo está cayendo alrededor del 20%. Esto nos ocurrirá más veces y no hay que asustarse; al fin y al cabo, el mercado siempre ha sido así y es una oportunidad para “comprar más barato”.
3º El dinero que se gana (no la parte invertida, sino el rendimiento), tributa al 20% en “rentas del ahorro” de cara a nuestro IRPF.
En resumen, es un modo de tener cierta independencia financiera con el tiempo, pero tenemos que ser constantes y tener paciencia. Piensa que el ejemplo puesto es invirtiendo solamente 50€ al mes; a medida que se tenga más poder adquisitivo, lo suyo sería aumentar esa cantidad, lo que aumentaría exponencialmente el rendimiento que obtengamos.Para acabar, como dijo el inversor y empresario estadounidense Warren Buffet: “El tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los malos”.